El Libro Rojo, uno de los modelos más conocidos de la FIDIC (Federación Internacional de Ingenieros Consultores), es una referencia mundial para los contratos de construcción, especialmente en proyectos donde el cliente elabora los diseños básicos y ejecutivos. Su uso está consolidado en proyectos de infraestructura a gran escala y es reconocido por su clara distribución de responsabilidades, equilibrio contractual y mecanismos de resolución de disputas.
En las últimas décadas, el Redbook ha evolucionado para satisfacer las demandas de un mercado cada vez más complejo, adaptándose a diferentes jurisdicciones e incorporando prácticas modernas de gestión de la construcción. En este artículo, analizaremos en profundidad qué es el Redbook, sus características, cuándo aplicarlo y qué precauciones tomar al usarlo.
¿Qué es el Libro Rojo de la FIDIC?
El Libro Rojo es el modelo de contrato FIDIC diseñado para situaciones en las que el proyecto es desarrollado íntegramente por el cliente o los consultores contratados por este, antes del inicio de la ejecución. Esto significa que, al momento de la licitación, el contratista recibe planos, especificaciones técnicas y un alcance definido, compitiendo principalmente en precio y plazo de ejecución.
Esta configuración se utiliza a menudo en contratos de medición y pago, donde el pago se basa en las cantidades realmente ejecutadas y medidas por el ingeniero o el representante del cliente. El modelo se diseñó para proyectos donde la supervisión del cliente es intensa, y el ingeniero desempeña un papel fundamental.
El Libro Rojo ofrece una distribución equilibrada de riesgos entre el Empleador y el Contratista, a diferencia del Libro Plata. La gestión del proyecto la realiza el Ingeniero, designado por el Empleador.
Características principales de Redbook

Proyecto definido por el cliente
En el Libro Rojo, el cliente (empleador) es responsable de proporcionar al contratista todos los planos, especificaciones y requisitos técnicos. Esto diferencia este modelo de otros modelos FIDIC, como el Libro Amarillo, en el que el contratista desarrolla el proyecto.
Pagos por medición
Los pagos se realizan en función de las cantidades de trabajo realmente realizadas y aprobadas por el ingeniero.
El papel central del ingeniero
El ingeniero es designado por el cliente para administrar el contrato, aprobar mediciones, emitir certificados de pago y actuar como primera instancia en la resolución de disputas. Debe actuar con imparcialidad, incluso cuando sea designado por el cliente.
Mecanismos claros de resolución de disputas
Incluye medidas como la DAB ( Junta de Adjudicación de Disputas ), la mediación y el arbitraje, evitando litigios prolongados.
Estructura del Libro Rojo
El Libro Rojo se divide en cláusulas que cubren todos los aspectos del contrato en detalle. Los puntos clave incluyen:
Cláusula 1: Disposiciones generales
Define términos, interpretaciones y documentos contractuales.
Cláusula 3: Rol del ingeniero
Detalla las funciones, autoridad y límites de acción del ingeniero en la administración del contrato.
Cláusula 4: Obligaciones del contratista
Enumere las responsabilidades, los recursos y los estándares de calidad requeridos.
Cláusula 12: Medición y evaluación
Explica el proceso de medición, registro y aprobación de cantidades ejecutadas.
Cláusula 20: Resolución de disputas
Presenta el procedimiento para reclamaciones y disputas, incluyendo plazos, documentación y acciones del DAB.
¿Cuándo utilizar el Libro Rojo de la FIDIC?
El Libro Rojo se recomienda para obras en las que:
- El proyecto básico y ejecutivo ya está realizado antes de la contratación;
- Es necesario que el cliente tenga un fuerte control sobre la ejecución;
- El alcance está bien definido, pero puede haber pequeñas variaciones durante el trabajo;
- Existe interés en mantener la flexibilidad para realizar ajustes cuantitativos sin modificar sustancialmente el contrato.
Algunos ejemplos comunes incluyen: carreteras, puentes, presas, redes de saneamiento y obras civiles de gran escala.
Ventajas del Libro Rojo de la FIDIC
El uso del Redbook aporta importantes beneficios:
- Claridad en el alcance y responsabilidades: El proyecto predefinido reduce las incertidumbres y los conflictos sobre las especificaciones;
- Control de costos: El pago por medición permite al cliente monitorear y ajustar los gastos a medida que avanza la ejecución;
- Equilibrio contractual: El modelo protege los intereses de ambas partes asignando riesgos de forma lógica;
- Reconocimiento internacional: Facilita las negociaciones y el financiamiento externo.
Desafíos y puntos de atención
A pesar de sus ventajas, el Redbook requiere cuidado:
- Calidad del proyecto: un proyecto mal diseñado puede dar lugar a modificaciones y disputas;
- Capacidad de medición: la administración del contrato requiere personal técnico calificado para realizar mediciones precisas;
- Independencia del ingeniero: su imparcialidad es fundamental para el equilibrio contractual;
- Gestión del cambio: los cambios pequeños son comunes, pero deben controlarse para evitar un impacto significativo en el tiempo y el costo.
Diferencia entre Redbook y otros modelos FIDIC
Si bien el Libro Rojo se aplica a los contratos de construcción con un diseño definido por el cliente, otros modelos FIDIC abordan situaciones diferentes:
- Libro Amarillo: Diseño y construcción bajo responsabilidad del contratista;
- Silverbook: Proyectos EPC/llave en mano, con mayor transferencia de riesgos al contratista;
- Libro Verde: Proyectos más pequeños y menos complejos.
Entender estas diferencias es fundamental para elegir el modelo más adecuado para cada proyecto.
Libro Rojo y financiación internacional
El Libro Rojo goza de amplia aceptación entre las organizaciones financieras internacionales gracias a su estructura transparente y predecible. Esto refuerza la confianza de inversores y prestamistas, facilitando la obtención de financiación para proyectos de gran envergadura.
El Libro Rojo de la FIDIC como herramienta estratégica para los contratos de construcción
El Libro Rojo de la FIDIC es una herramienta valiosa para proyectos donde el cliente ya cuenta con un diseño detallado y desea mantener el control directo sobre la ejecución. Para que el Libro Rojo cumpla su función, es esencial que el diseño inicial sea de alta calidad, que un ingeniero competente e imparcial administre el contrato y que las partes mantengan una comunicación constante y transparente. Con estas precauciones, el modelo se convierte en un aliado clave en la ejecución de proyectos complejos y de gran envergadura.